Cuando te sientas cansado, abatido, solo, triste, habla con Dios!… En el silencio de tu habitación, en el silencio de tu corazón, en la más profunda intimidad, habla con Él…
Él puede escucharte aun si no dices nada… Él puede leer en tu mente tus desos más recónditos, Él puede ver a través de tu corazón. No lo dejes esperándote, simplemente háblale… Ofrécele tu cansancio, ofrécele tu tristeza, pídele fortaleza y…. siente Su Presencia.
(Deja pasar unos minutos, los que necesites, y en este momento pídele que escuche, empieza a recordar tus momentos tristes y también alegres, tus familiares y amistades, las cosas que te preocupan y también las cosas por las que le das Gracias, pídele por cada situación, persona en tu mente que necesite su apoyo, ayuda y comprensión)
ÉL EN ESTE MOMENTO TE ESCUCHA!