Señor mío y Dios mío,
aquí estoy otra vez.
Estoy aquí, Señor,
porque quiero descansar en tu presencia,
porque quiero renovar mis fuerzas.
Quiero sentir que las heridas
de este día son sanadas
y todo eso sólo lo puedo hacer
y experimentar en tu presencia.
Por eso estoy aquí,
y te solicito que derrames
tu amor fuerte y sanador sobre mí.
Por eso estoy aquí,
y quiero recibir la fuerza renovadora
de tu Espíritu Santo.
Sí, mi Señor, quiero saberme sanado,
renovado e impulsado por Ti
y por tu amor infinito.
Gracias porque sé
que no me dejas nunca solo
y que ahora me estás acompañando
y actuando en mi interior.
Gracias porque estás ungiéndome
con la fuerza de tu poder
para que mañana esté listo a continuar mi lucha
y a enfrentar cada una de las dificultades
que la vida me trae.
Gracias por estar aquí,
y con tu protección, me voy a dormir.
Amén!