Señor bueno que nos cuidas y nos amas, te damos gracias por ser tus hijos y por ser dirigido por tu diestro amor.
Danos paciencia y fe en este nuevo día, sobretodo cuando nuestro camino en la tierra parece difícil y la vida está llena de dolor y penurias.
La cosas no se consiguen, los precios están muy altos para comprar lo que necesitamos. Trabajamos y sentimos que no vale la pena porque no nos alcanza. Muéstrate ya que Tú eres la luz. Tú nos muestras el camino correcto. Tú vas adelante de nosotros en la abnegación y paciencia que nos enseña tu Palabra. Para no perder la esperanza.
Protégenos en todos los caminos. Que tu reino crezca entre nosotros hasta que podamos ver claramente que tú, oh Dios, estás verdaderamente haciendo tu obra y llenándonos de alegría, aunque parezca inútil todo lo que hacemos. Sin embargo, tu obra perdura; en ella nos regocijamos y deseamos dar gracias a ti todos los días.
Madre Santísima Milagrosa, en este día nos consagramos a ti como tus hijos, líbranos de todo mal y bendice a mis padres, hermanos y amigos.
Amén.
Fuente: Padre Alexis Gutiérrez