Consejos antes de la oración de los esposos
Asegúrate de orar lentamente, abrazados o tomados de la mano y mirar a los ojos del otro tanto como sea posible durante la plegaria. ¡Puedes hacerlo!
Y no tengan miedo de hablar antes o mejor aún después de rezar juntos, solo hablen y estén presentes el uno para el otro.
Sugiero que durante la oración de las parejas casadas, intente evocar el recuerdo de la primera vez que conoció a su cónyuge, y del día de su boda. Él o ella sigue siendo esa misma persona.
Tal vez en la vida se han presentado muchos retos que no esperaban en aquel entonces, pero ustedes lo han atravesado juntos, y el fuego providencial de sus aflicciones y de su amor, los ha convertido en el cuerpo único que son ahora, y eso es hermoso.
La oración que transforma matrimonios:
Estimada Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
gracias por el profundo don del sacramento del matrimonio.
Gracias por el magnífico regalo que es mi esposo(a),
a quién Tú, perfecta providencia,
planeó para mí desde toda la eternidad.
Permite que siempre lo (la) trate como realeza,
con todo el honor, respeto y dignidad que merece.
Ayúdame, Señor mío, a ser desinteresado en mi matrimonio,
para darlo todo por mi esposo(a),
sin ocultar nada, sin esperar nada a cambio,
reconociendo y agradeciendo
todo lo que él (ella) hace por mí y nuestra familia
todos los días, ¡Es mucho!
Por favor, fortalece y protege nuestro matrimonio,
así como todos los demás.
Ayúdanos a orar juntos todos los días.
Permítenos confiar en Ti todos los días,
de la forma que mereces.
Por favor haz que nuestro matrimonio
sea fructífero y abierto a Tu voluntad
en el privilegio de la procreación
y el cuidado de la vida.
Ayúdanos a construir una familia fuerte,
segura, amorosa, llena de fe,
una Iglesia doméstica.
Estimada Santísima Virgen María,
confiamos a ti nuestro matrimonio,
ampara a nuestra familia siempre bajo tu manto.
Tenemos plena confianza en Ti Señor Jesús,
porque siempre estás con nosotros,
y buscas constantemente lo mejor para nosotros,
trayendo todo lo bueno, incluso las cruces
que has permitido en nuestras vidas.
Querido (nombre del cónyuge): Tú y yo somos uno.
Te prometo que siempre te amaré y seré fiel a ti,
nunca te abandonaré, daría mi vida por ti.
Con Dios y contigo en mi vida lo tengo todo.
Gracias Jesús, Tú eres el gran servidor. Te amamos.
Amén
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Seamos agradecidos con Dios por el don de nuestra pareja, estamos llamados a ser uno con ellos en el tiempo y la eternidad.
El Señor les bendiga y los haga un matrimonio santo en el amor.
Adaptación y traducción al español por Qriswell J. Quero para PildorasdeFe.net, del artículo publicado en: Catholicl Lane, autor: James Littleton