¡Por eso hoy, exclamo, Padre Nuestro, perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden!
¡Señor, cambia mi corazón para que se parezca al Tuyo, rebosante de amor y de perdón!
¡Señor, te pido perdón, por todo aquello que delante de tus ojos no he hecho bien!
¡Perdón, Señor, cuando he obrado mal y he ofendido a los demás, cuando me han herido y he sido incapaz de perdonar!
¡Perdón, Señor, si he herido a alguien con mis hechos o mis palabras!
¡Enséñame, Señor, a perdonar a todo aquel que me ha hecho algo con lo que yo no he estado de acuerdo!
¡Espíritu Santo, dame la fuerza para perdonar, dame la gracia de perdonar!
¡Señor, sé que el perdonar es una decisión de mi voluntad, y cuando sienta odio, venganza, ira, Espíritu Santo, dame un corazón generoso y misericordioso para perdonar!
¡En Tu Santísimo Nombre, Señor, quiero perdonar y amar!
¡Señor Jesús, aquí está mi corazón, lávame con Tu Sangre, limpia y sana todas mis heridas, cicatriza mi corazón y sálvame!
¡Señor bendice al que me hirió porque yo lo bendigo en Tu Nombre!
¡Transforma mi corazón, Jesús, pon tu corazón en el mío Señor, para que yo perdone porque así Tú lo quieres, porque es Tu voluntad!
Que la santísima Virgen María Milagrosa nos arrope con su manto durante todo el día.
Amén.
Fuente: Padre Alexis Gutiérrez