Señor estoy muy alegre por tu resurrección, qué bien poder terminar mi día a tu lado y poder descubrirte atento a nuestro diálogo.
Tú me conoces y sabes que mi amor por Ti día a día va creciendo más y más.
Quiero pedirte que sigas enseñándome a amarte con todo mi ser.
Que toda mi vida se vea permeada de tu infinito amor, para que también de esa manera yo pueda llenar de tu amor a todos aquellos con los que diariamente comparto.
Quiero decirte en esta noche de gloria y resurrección “Te amo, amantísimo Jesús, te amo, bondad infinita, te amo con todo mi corazón, con toda mi alma, con todas mis fuerzas y quiero amarte más y más”; permíteme seguir declarándote mi amor en esta noche, que cada latido de mi corazón diga “te amo” y lo quiero hacer con mucha más fuerza.
Te alabo y te bendigo y te consagro mi noche a Ti, que me amas.
Amén
Fuente: P. Alexis Gutiérrez