Te agradezco, Padre Amado, por mis hijos.
Hoy te pido que los protejas de todo mal.
Que seas escudo alrededor de ellos.
Que sean liberados de peligros,
de personas con malas influencias,
malas palabras y mala reputación.
Que ángeles acampen alrededor de ellos
y que los acompañen por dondequiera que vayan.
Que mis hijos busquen sólo hacer lo correcto
y que no vayan a lugares que a ti no te agradan.
Guarda sus mentes de necedades
y líbralos de vivir en falsedad
y falta de responsabilidad.
Amén!