¿No te parece extraño cómo un billete de $100 «parece» tan grande cuando lo llevas a la Iglesia, pero tan pequeño cuando lo llevas a las tiendas?
¿No te parece extraño cuán larga parece una hora cuando oímos de Dios, pero muy corta cuando un equipo juega baloncesto por 60 minutos?
¿No te parece extraño qué largas parecen dos horas cuando estás en la Iglesia, pero qué cortas son cuando estás viendo una película?
¿No te parece extraño que no puedes pensar en algo que decir cuando oras, pero no tienes ninguna dificultad en pensar cosas de que platicar con un amigo?
¿No te parece extraño cuánto nos emocionamos cuando un juego de béisbol se extiende a extra-innings, pero nos quejamos cuando un sermón es más largo que lo usual?
¿No te parece extraño lo difícil que es leer un capítulo de la Biblia, pero qué fácil es leer 100 páginas de una revista popular?
¿No te parece extraño cómo las personas desean los asientos del frente en cualquier juego o concierto, pero hasta se esfuerzan para buscar asientos de atrás en las iglesias?
¿No te parece extraño que necesitemos 2 ó 3 semanas de aviso para incluir un evento de la iglesia en nuestra agenda, pero podemos ajustar nuestra agenda para otros eventos en el último momento?
¿No te parece extraño lo difícil que es aprender una verdad simple del Evangelio para compartirla con otros, pero qué fácil es para las mismas personas entender y repetir un chisme?
¿No te parece extraño cómo creemos lo que dicen los periódicos, pero cuestionamos lo que dice la Biblia?
¿No te parece extraño que todos quieran ir al cielo, siempre y cuando no tengan que creer, o pensar, o decir, o hacer alguna cosa?
¿No te parece extraño cómo podemos enviar miles de chistes por correo electrónico y se esparcen como reguero de pólvora, pero cuando empezamos a enviar mensajes acerca de Dios, la gente lo piensa dos veces antes de compartirlos con otros?
ES EXTRAÑO, ¿NO TE PARECE?
Desconozco el autor