Padre bueno ya voy a descansar.
Pero antes quiero colocar todas mis necesidades
en tus santas manos.
Toda mi familia te la encomiendo
para que estemos siempre unidos.
Gracias, Señor por todo cuanto me has dado.
Gracias por los días de sol y los nublados;
por las tardes tranquilas y las noches oscuras.
Gracias por lo que me prestaste y luego me pediste.
Gracias, Señor por la sonrisa amable,
por la mano amiga; por el amor y todo lo hermoso;
por las flores y las estrellas;
por la existencia de los niños
y de cada uno de mis hermanos.
Gracias por la soledad y por el trabajo;
por las inquietudes y las dificultades;
por las lágrimas y por todo lo que me acercó a Ti.
Gracias por haberme conservado la vida,
dado techo, abrigo y sustento.
Gracias Virgen María de la medalla Milagrosa
por cuidarme.
Amén
P. Alexis Gutiérrez