Señor Misericordioso, ¡Imploro tu ayuda para este camino, que inicio hoy de conversión interior, de trabajo, de luchar y de búsqueda del bien!
¡Me abro a ti y confío en tu Palabra, para que penetre en lo profundo de mi corazón y me ayudes a hacer las cosas bien!.
¡Reconozco, con toda humildad, que soy pecador, que tengo vicios, defectos y te pido perdón por cada uno de los pecados cometidos!
¡Te presento por mi pequeña vida; mis errores y las faltas cotidianas, todos mis fracasos y sufrimientos, todas las veces que he ignorado tus mandatos y tus enseñanzas!
¡Señor Jesús, Hijo del Dios vivo, ten compasión de mí que no soy más que un pobre pecador!
¡Libérame, Señor, con la gracia de tu Santo Espíritu de todo aquello que me ata al mal!
¡Te pido que el Espíritu Santo renueve mi vida, la purifique, que transforme mi vieja naturaleza tantas veces vendida al pecado y que todo sea crucificado en Tu Santa Cruz!
¡Con Tu Sangre, Señor, purifícame, libérame, tranfórmame!
¡Ante ti, Señor, con el corazón abierto perdono a quienes me ofendieron, me hicieron mal o hablaron mal de mí y te pido perdón por el mal que he hecho a los demás!
¡No permitas, Señor, que me juzgue a mí mismo como bueno porque en mi vida muchas cosas tienen que cambiar!
¡Ayúdame en mi camino de conversión, para que por la gracia de tu Espíritu, me convierta en lo que Tú deseas que sea!
¡Ilumina, Señor, mi entendimiento y mi corazón, con la luz de tu Verdad y de tu Amor!
Que Maria Milagrosa nos arrope con su manto durante esta semana.
Amén.
Fuente: P. Alexis Gutiérrez