Señor bueno gracias por este día que me diste.

Gracias porque me das aliento y fuerzas a esta hora de la noche a mi vida y renuevas mis fuerzas y yo, Señor, quiero estar siempre alerta y atento en tu espera.

Quiero buscarte conscientemente en los aconteceres de mi vida, con todo mi esfuerzo en encontrarte en todas partes, porque Tú siempre me dices que “no tenga miedo” para poder ver el sendero de mi existencia despejado y sin niebla, y caminar con paso firme sin darme por vencido.

Sé siempre mi protector, el que permanece a mi lado a donde quiera que vaya, el que trabaja en mis asuntos, aunque a veces crea que te has olvidado; pero tu amor por mí es perfecto y llegas siempre a tiempo.

Enséñame a poder verte con los ojos espirituales de la fe para entender que estás moldeando mi carácter cuando atravieso situaciones difíciles en mi vida.

Te quiero decir: «Mis acciones te las dedico a Ti y mi vida es una alabanza en tu honor”.

Te pido esta noche que todos mis hijos te busquen con insistencia y que seas para ellos ese faro de luz que los guíes en todos sus caminos.

Hoy no quiero que te vayas, sujeta mi mano y quédate cerquita de mí toda la noche. Te pido a ti, Santisima Virgen María Milagrosa, cuides mi descanso.

Amén.

P. Alexis Gutiérrez