Señor bueno, ahora antes de dormir quisiera hacerte una súplica muy especial: quiero que me ayudes a aprender a no dejarme llevar por las emociones.

Siento que en ocasiones pueden más la soberbia, la ira y el rencor que el amor y la bondad.

Señor, sé que eso está mal, eso no te agrada, y por eso al acostarme quiero hacerte esta súplica, para tener la certeza de que mañana tu poder y tu amor me ayudarán a actuar mejor en esos momentos o con esas personas que tienen la facilidad de sacar lo peor que hay dentro de mí.

Dame, mi Señor, el autodominio que necesito para no dejar que esos impulsos me hagan equivocar y dañar a personas que amo; ayúdame a comprender que de esa manera no se resuelve nada, sino que se generan más problemas.

Te doy gracias por esas oportunidades que me ayudan a ser cada día mejor y te suplico que bendigas todos los planes para mañana.

Que la Virgen María Milagrosa nos acompañe durante esta noche.
*Amén*

Fuente: P. Alexis Gutiérrez