Señor bueno,Tú eres mi fuerza y mi escudo.
Quiero darte gracias porque me acompañaste durante este día que terminó. Ya es de noche y mi alma espera en Ti.
Elevo mis ojos hacia el cielo porque deseo ver tu rostro misericordioso y es en el silencio de este encuentro cuando Tú escuchas las súplicas insistentes que te hago.
Aquí estoy de nuevo con la fe de Bartimeo o la de la mujer cananea para que me invadas con tu luz y tu alegría y así poder proclamar, una y otra vez, la salvación que viene por medio de tu bondad y gracia todopoderosa.
No me cansaré de pedirte y suplicarte hasta que logre mover tu voluntad. Aquí estaré expectante del movimiento de tus manos y de la sonrisa de tu faz.
Abrázame, hoy me siento con deseos de sentir tu compañía que trae paz a mi ser. Toma mi vida porque te pertenece. Te amo, Jesús de Nazareth.
Señor quiero pedirte por mis hermanos que no tiene nada que comer, por las madres que sufren la partida de su hijos a otro país. Por los enfermos de cáncer y de sida, que se sienten solos.. rezo por ellos que son nuestros hermanos.
Que la santísima Virgen María Milagrosa nos arrope con su manto, en especial a los que sufren.
Amén.