Señor bueno, ya vamos a iniciar una nueva jornada de trabajo y queremos colocar todo en tus manos. Nuestras alegrías, tristezas, preocupaciones y todo lo que somos.
Por eso venimos a ti como personas con gran necesidad y pesada cargada, y muchas veces no sabemos a dónde acudir.
Pero por tu amor confiamos en ti, ya que tu amor penetra profundamente en nuestras vidas, enmendando lo que está mal y redimiendo nuestra torpeza.
Y por eso tenemos alegría y esperamos tu ayuda y tu gracia en nuestro caminar.
Bendícenos y ayúdanos a encontrar lo que es justo en cada situación, para alabanza y honor a ti.
Que Maria Milagrosa sea nuestra guía en este hermoso día que iniciamos.
Amén.
Fuente: Padre Alexis Gutiérrez