Señor, ya me voy a dormir y me aferro a Tus promesas. Es la hora de sentirte cerca de mí para poder tener fe y la seguridad de que en esta noche también me vas a proporcionar lo necesario para descansar.

Quiero honrarte y alabarte para así poder proclamar las bondades que has tenido conmigo. Que tu Espíritu Santo fortalezca nuestros corazones para poder tener siempre la esperanza de que vamos a experimentar tu amor y tus cuidados.

Protégenos en nuestro caminar porque todos vamos aferrados a tu manto y procurando agradarte en todo lo que hacemos, y si a veces no es así, podamos tener acceso a tu perdón, ese que nos pone de regreso en la vida y nos da las fuerzas para seguir de frente.

Mírame a los ojos y yo guardaré silencio para poder escuchar lo que me quieres decir. Te digo calladito: Eres el único que aplaca mis inquietudes y hace desaparecer mis preocupaciones, tristezas, soledades.

Te necesito más que nunca, abrázame fuerte, hazme sentir que cuento con tu compañía siempre, cada noche.

Cuida a mis familiares, amigos, vecinos, apártalos de todo mal, que sientan la necesidad de tenerte a Ti en sus vidas. Que la santísima Virgen María Milagrosa nos arrope con gracia.

Amén.🙏

Fuente: P. Alexis Gutiérrez